Componer es organizar las formas dentro del espacio visual disponible, con sentido de unidad, de forma que el resultado sea armonioso y estéticamente equilibrado.
El centro de interés:
lo que pretendemos captar en ella.Cuando tomamos una fotografía siempre tenemos una intención, algo que queremos decir o
contar, incluso recordar. Debería ser obvio para cualquiera que mira la fotografía saber de qué nos habla esa imagen, por eso antes de tomar una fotografía debemos preguntarnos
Esto se denomina centro de interés, es el elemento que atrae más nuestra atención, lo de mayor peso visual.
Sin embargo el centro de interés NO tiene que estar necesariamente al centro ni ocupar la mayor parte de la imagen.
Rellenar el encuadre:
Esto se trata de ocupar la mayor parte de una foto con ese "algo" que queramos contar. Todo el encuadre genera el total de información que deseamos transmitir.
Regla de los Tercios
Esta regla nos habla, como su nombre lo indica, de una división de la imagen por tercios, tanto horizontal como verticalmente. Según esta división, la confluencia de los tercios marcan puntos donde se hacen llamativos los objetos, llamados puntos fuertes.
Es recomendable hacer coincidir los objetos con dichos puntos. Esto ocasiona un arreglo asimétrico de la imagen, con el polo de máximo interés visual encontrándose relativamente cerca de alguna de las cuatro esquinas del recuadro, y el área central de la gráfica ocupada por elementos secundarios.
Para llegar al centro de interés, existen varias reglas:
1. Que haya un punto sobresaliente a los demás elementos; no existe una competencia entre ellos.
2. El centro es lo más decisivo, dependiendo el trato que le demos.
3. Que no existan yuxtaposiciones o elementos que se crucen y causen confusión en el centro de interés.
4. Si se fotografía a una persona o animal de perfil, se debe dejar siempre más espacio por delante de su cara que por detrás (Regla de dirección)
5. De igual forma, con objetos móviles, es importante captarlos entrando en la foto y nunca saliendo.
6. El fondo tiene una importancia decisiva a la hora de valorar el punto de interés, nunca debe competir con el motivo principal.
7. Para ello se puede recurrir a un fondo de tonalidad opuesta para resaltar el objeto principal, o simplemente desenfocar el fondo.
El ángulo de toma:
Buscar un buen ángulo de toma consiste en acechar a nuestra presa gráfica, estando conscientes de que cualquier pequeño desplazamiento de poca distancia, puede generar composiciones diferentes que serán más o menos afortunadas; en consecuencia nos moveremos en torno a ella acercándonos y alejándonos si es posible, hasta conseguir un punto de vista adecuado que debe de tener en la mayor medida posible diversas características:
El sujeto principal de la escena debe mostrar hacia la cámara el lado que nos interesa tomar, el cual puede ser según la intención del fotógrafo, cualquiera de los muchos frentes que el tenga.
Debemos buscar el ángulo de incidencia de la luz más pertinente para el concepto que deseamos comunicar, siendo con alguna frecuencia la iluminación más apreciada la semi-lateral, pero pudiendo ser también cualquier otra.
Líneas
Las líneas indican la entrada y salida de la fotografía. Las líneas no deben cruzarse, pueden confluir en puntos fuertes. Las líneas aportan formas y contornos. Con las líneas dirigimos la mirada del espectador.
Pueden clasificarse en tres grupos principales: líneas horizontales, verticales y diagonales.
Cada una de ellas tendrá un impacto diferente en tu fotografía y siempre debes utilizarla en función del diseño compositivo que tengas en mente para tu escena.
Líneas horizontales: Estas son las más tradicionales y fáciles de hallar, hay algo en ellas que transmite una
sensación de estabilidad e incluso de serenidad. Frecuentemente se utilizan para dividir una escena, pero nunca deberían
ser ubicadas en la mitad de una
imagen ya que esto genera una composición inestable; es mucho más eficaz respetar la regla del horizonte y posicionar esta línea en la parte superior o inferior, a una altura aproximada al tercio respectivo de la fotografía.
Líneas verticales: Estas líneas tienen la capacidad de transmitir una inmensa variedad de sensaciones que van desde el
poder y la fuerza (como es el caso de los grandes edificios) hasta el crecimiento o surgimiento (como sucede con los árboles o monumentos).
Al igual que las líneas horizontales, éstas pueden acentuarse aún más cuando disparamos en el formato que le corresponde, o sea líneas verticales tomadas en formato vertical. Este tipo de tomas le confieren un poder de alargar y brindar una sensación de mayor altura.
La otra opción es romper la regla y tomar en un marco horizontal una imagen de fuertes líneas verticales.
En este tipo de líneas es fundamental estar atento a los patrones de repetición, ya que esto puede ser usado como un excelente efecto de impacto, especialmente si se contrasta con otras formas y líneas.
Líneas Diagonales
Estas líneas funcionan excelentemente bien para guiar el ojo del espectador a través de la fotografía. Como así también para crear puntos de interés, ya que se entrecruzan con otras líneas y, a menudo, nos guían hacia las imágenes de fondo sugiriendo de esta forma la perspectiva.
Además tienen la virtud de añadir una sensación de dinamismo y acción a la escena, quitando totalmente el sentido estático de una composición.
Líneas convergentes: Líneas paralelas que convergen en un mismo punto por el efecto de distancia.
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