miércoles, 13 de julio de 2011

Joseph Koudelka


Llega un fotógrafo que espero les guste tanto como a mí y les cause la explosión de emociones que me invadieron cuando vi parte de su trabajo. No es un fotógrafo común, literalmente ha fotografiado al mundo pues ha viajado por muchos lugares, conocido cosas y situaciones que nosotros en la vida nos hemos topado.

Podemos entender la pasión con la que ve le mundo y lo lleva a los ojos de los demás con palabras
tan simples como poderosas y hermosas. El mundo necesita gente apasionada, tal vez esta conclusión la saqué yo misma pues personalmente me emana pasión por cada fibra de mi ser, pasión por el arte, por las cosas no vistas, por lo que quiero decir y hasta gritar; quizás esa sea la razón de que cuando leí estas palabras sentí la piel de gallina y un gran estremecimiento por todo el cuerpo. Espero les causen lo mismo:










"Muchas de mis fotografía las hago sin mir
ar el objetivo, es como si no existiera la cámara y solo mi cerebro y mis ojos quisieran plasmar la imagen que estoy apreciando, pero llega un momento en que sin darme cuenta mi dedo realiza el disparo. Un acto sumamente mecánico pero lleno de intensidad"










Nació en una diminuta aldea Moravia en 1938 y durante su adolescencia comenzó fotografiando a su familia y sus alrededores con una cámara de Bakelite 6×6.

Estudió en la Universidad Técnica en Praga y trabajado como ingeniero aeronáutico en


Bratislava. En 1961 logro obtener una cámara

Rolleiflex de segunda mano y comenzó a trabajarcomo fotógrafo para el teatro, durante ese
periodo realizo imágenes detalladas de los gitanos eslovacos, que entonces según él decía experimentaba las tentativas adicionales para „asimilar“ los adentro del estado checoslovaco. Este trabajo fue sujeto de una exhibición en Praga en 1967.





En 1968 Koudelka extendió su proyecto a las comunidades gitanas en Rumania y paralelamente ese mismo año se registró la invasión de Praga por los ejércitos del Pacto de Varsovia. Pasando de contrabando sus imágenes fuera de Checoslovaquia y usando el mote de PP (Fotógrafo de Praga) mostró al mundo las dramáticas imágenes de los tanques rusos que arrollaban su país y dentro de la resistencia checoslovaca llegó a ser un símbolos internacionales que lo llevo a ganar el preciado premio Robert Capa.


En 1970 Koudelka dejó Checoslovaquia y, oficialmente desnacionalizado, huyo como refugiado a Inglaterra. A su llegada Elliott Erwitt lo incluye como socio y miembro de Mágnum, pero el se niega a hacer cualquier labor periodísticas prefiriendo vagar por los alrededor de Europa en busca de retratos e imágenes de un mundo que él sentía desaparecía rápidamente, Koudelka recibió una becas concedida por Prix Nadar 1978, y en 1986, una invitación oficial del Ministerio francés para documentar el paisaje urbano y rural en Francia así como el Grand Prix National de la Photographie 1989 y un Cartier-Bresson Grande de Prix en 1991. Las becas lo sostuvieron económicamente para desarrollar sus proyectos a largo plazo en blanco y negro y que culminaron en muchas exhibiciones y la publicación de dos libros: Gitanos (1978) y Exilios
(1988) disparos realizados en Irlanda, Espana, Portugal y Grecia.




Después de nacionalizarse francés en 1987, Koudelka volvió a Checoslovaquia por primera vez en 1990 y 1994, fue invitado por el productor alemán Eric Heumann, para trabajar como asistente de imagen en la película; La Mirada de Ulises dirigida por Teo Angelopoulos, viajando con la tripulación por Grecia, Albania, Rumania y la ex-Yugoslavia hasta la muerte de Gian Maria Volonte, un actor clave en la película.


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