Sus imágenes se construyen como una reflexión metafísica sobre la condición humana, el sexo, el humor o la violencia, para la que se sirve de su propio cuerpo y su rostro. Sus comienzos revelan la gran influencia de Atget en la fotografía norteamericana con escenarios recurrentes como los restaurantes, salas de espera o recepciones de hotel, pero en 1966 comienza a hacerse con un estilo propio y único a través de la técnica de la secuenciación: una sucesión de fotografías como forma de contar historias con, incluso, un desarrollo temporal. Una técnica que perfiló aún más en sus trabajos a mediados de la década de los 70 al incluir pequeños manuscritos en las copias para reforzar su significado.
En el PhotoEspaña 2001, cuarta edicion, ha sido reconocido con el galardón más importante de este Festival Internacional, por su "vocación indagatoria" del alma humana y su "raigambre existencia".
Siente un gran entusiasmo por Borges y por Truffaut, por un mundo, en definitiva, en el que lo importante es la idea, no la imagen. "Vivimos en una sociedad completamente estúpida, donde se valora más la imagen que la idea", explica Michals.
Nacido en Mckeesport, Pensilvania EEUU en 1932, Duane Michals propone una estetica que coquetea con el surrealismo de Magritte, con un universo que se sitúa en la frontera entre la realidad y la ficción.
En 1958, un viaje de tres semanas por la Unión Soviética y una cámara prestada como acompañante cambiaron a Duane Michals para siempre. Fue ésta, tras la de Whitman, la segunda y definitiva revelación que desembocaría en el futuro de la emoción fotográfica que hasta hoy ha desarrollado este fotógrafo que es hoy considerado como uno de los más importantes artistas de este arte de todo el siglo XX. las primeras series que realizo, como anteriormente se nombro, fueron influenciadas por el trabajo de Atget, con vistas de restaurantes, salas de espera y vestibulos, a las que dio el nombre de"Empty New York".
Duane ha fotografiado todo, o casi todo. Desde portadas para la revista Life; desplegables de moda para Vogue; reportajes anuales para el New York Times, hasta campañas de publicidad para Gap y Microsoft. Incluso se aventuró en la fotografía y diseño la portada del album Synchronicity de The Police.
Su serie Sequences de finales de los sesenta y principios de los setenta contiene dos de sus aportes más reconocidos e importantes a la fotografía. Es un trabajo con secuencias de imágenes (entre 5 y 15 por obra).
Una de las mentes más abstractas y geniales de nuestros tiempos, queda claro que Duane Michals vive en un mundo creado por él, simplemente porque puede y así lo desea y nos lleva junto con él a conocerlo.
"La realidad no me interesa en absoluto. Prefiero vivir en un mundo irreal, me parece más estimulante. Nunca me ha interesado la calle, no creo que ahí afuera ocurra nada interesante. Al contrario que otros colegas, yo no me he paseado jamás con la cámara a cuestas para captar una instantánea. A mí, sobre todo, me interesan las emociones y los sueños. Lo que pasa en la calle actualmente es demasiado estúpido como para prestarle atención".
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